Planes en Lisboa con niños

Lisboa, para muchos conocida como la ciudad de la luz es una urbe perteneciente a Portugal, y más concretamente, la capital de estado así como ciudad de mayor tamaño de este país. Esta activa metrópoli se encuentra ubicada concretamente en la desembocadura del río Tajo. Se trata de la ciudad más rica del país, donde vive alrededor del 20% de la población portuguesa.

Lisboa, ciudad de luz

Su particular nombre parece derivar de su antigua nomenclatura fenecia, cuando significaba “puerto seguro”, debido a que era un estupendo puerto ubicado en el estuario del río Tajo, aunque esta teroría no está confirmada y existe también otra etimología mitológica para el concepto que afirma que “Lisboa” derivaba de Ulises pues fue la ciudad que, según la mitología, éste fundó en la península ibérica tras huir de Troya.

Asimismo, la ciudad es una de las europeas más cálidas, por lo que resulta un gran destino si estamos buscando un bonito y cómodo lugar en el que pasar unas buenas vacaciones. Además, se trata de uno de los destinos menos conocidos, y por tanto menos masificados, que te permitirá disfrutar de unos días tranquilos. Hay muchas cosas que hacer en Lisboa: desde su faceta cultural a maravillosos sus paisajes o sus divertidas atracciones turísticas modernas, seguro que nada te dejará indiferente.

Conoce Lisboa con niños

Si estás planeando un viaje con los más pequeños de la casa, esta ciudad se convierte en una gran opción pues, además de su buen tiempo y de tratarse de una ciudad segura, sin muchas masificaciones, cuenta con una amplia oferta de actividades donde, tanto los niños, como los mayores que los acompañen disfrutarán compartiendo grandes momentos en escenarios únicos. Estos planes van desde la asistencia a un gran zoológico de fama mundial hasta un bonito museo interactivo de la ciencia, donde los pequeños lo pasarán en grande mientras disfrutan adquiriendo conocimientos y aprendiendo muchas cosas nuevas en un país de interesantes contrastes e impulsos. Planes ideales para familias solas y también para grupos con niños perfectos para realizar en cualquier estación del año.

Visitar el Lisboon Zoo o Jardín Zoológico de Lisboa

La visita al Zoológico de Lisboa se convierte en parada obligatoria para todos aquellos que estén pasando unas vacaciones en la ciudad portuguesa con niños, o también para los grandes amantes de la naturaleza y los animales. Sin duda los más pequeños disfrutarán visitando los leones o andando entre orangutanes.

Las instalaciones se encuentran totalmente renovadas y el Lisboon Zoo dispone de gran número de personal que garantiza tanto la seguridad de los visitantes como el buen estado de todos los animales que habitan, pueblan y viven en este especial zoológico portugués. Es uno de los centros más grandes de europa y cuenta con más de 350 especies distintas de animales, con las que los niños de la casa seguro que quedarán más que fascinados. Además, en este zoológico se realiza una buena labor de reintroducción de especies que se encuentran en sus hábitats, como por ejemplo con la llamada Senda Asia, donde viven los tigres en un gran estado de conservación y además los niños no dejarán de aprender pues se realizan diferentes explicaciones sobre las principales características de cada animal.

El zoo está abierto de 10 de la mañana a 20:00 de la tarde en verano, y hasta las 18:00 en temporada de invierno y su precio de entrada es de 19 euros para los adultos, de 15,5 para los mayores de 65 años, de 13 para los niños entre 3 y 11 años y gratis para los más pequeños.

Gulbenkain Museum

El planetario de Calouste Gulbenkain: una visita educativa

La segunda parada recomendada si te encuentras visitando o tienes planeado visitar la ciudad de Lisboa con niños es el planetario de Calouste Gulbenkain, una visita interesante, divertida y educativa donde los más pequeños aprenderán pasándolo en grande. El planetario se encuentra ubicado al lado del Monasterio de los Jerónimos, en la zona turística, y cuenta, como principal atracción, con un proyector de tamaño gigante que emula el cielo nocturno natural donde los niños podrán apreciar la luna o ver y aprender cuáles son las principales estrellas.

Mediante este proyector pueden apreciarse más de 9000 estrellas, además de el movimiento solar y de la Vía Láctea. Loa niños podrán también visualizar una de las muchas proyecciones diarias que se realizan, disponibles en diferentes idiomas, todas ellas basadas en temas relacionados con el cielo, como la astronomía, la exploración del espacio o unos audiovisuales sobre los eclipses lunares y solares. Además de esto, podrán también dar un paseo por la luna o caminar por las regiones, así como aprender mucho más sobre el movimiento de Cometa Halley.

El museo está abierto de martes a viernes, y también los domingos en horario de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00. Los sábados solamente está abierto por las tardes. El preció es de 5 euros para los adultos, la mitad para mayores de 65 años, estudiantes, Carnet Joven y menores y 17 y existen distintas promociones de adultos más niño (1,2 o 3) a precios reducidos.

Oceanario

Oceanário de Lisboa

El Oceanario de Lisboa es la siguiente visita obligada para un viaje con niños, aunque sea cual sea la edad con la que acudas a visitarlo, quedarás igualmente fascinado y no te arrepentirás. Se trata del mayor acuario interior de Europa, construido por el arquitecto Peter Chermayeff para la Expo de 1998. Está ubicado en el barrio de Parque de las Naciones, una moderna zona de la ciudad europea.

Sus habitantes más conocidos, y en muchos casos las favoritas de la mayoría de los niños son las graciosas nutrias marinas, que, no pararán de jugar y posar para las fotografías mientras dure la visita. Los peces payaso, con los que los los más pequeños recordarán enseguida al pececillo Nemo, así como los caballitos de mar, también harán las delicias de grandes y mayores.

En total, en el acuario hay aproximadamente 16.000 ejemplares de 450 especies marinas, ubicadas en distintos espacios, entre las que pueden encontrarse peces luna de gran tamaño, rayas o barracudas.

El zoo se encuentra dividido en un enorme tanque central, que conforma la principal atracción del Oceanario, con el objetivo de enseñar al público cómo es posible que convivan especies procedentes de distintos océanos en un mismo espacio (incluídos los temibles tiburones), y otros cuatro tanques, que repersentan a cuatro hábitats distintos: el Atlántico Norte, la Antártida, el Pacífico y el Índico. En invierno el Oceanário está abierto de 10 a 19 y en verano hasta las 20 horas. El precio para los adultos de entre 13 y 65 años es de 15,30 euros, menores de 13 años y jubilados 9,90 y los más pequeños entran gratis.

El museo de la marina

Otra de las atracciones que merecen ser visitadas en una visita a Lisboa, y más si el viaje programado es con niños, se encuentra ubicada justo delante de la Torre de Belem. Se trata del museo de la marina, un viaje al pasado y al presente marítimo donde podrán admirarse grandes reproducciones de barcos y caravelas, en miniatura y lo que es más impresionante, a escala real, mediante las cuales pequeños y no tan pequeños podrán conformarse su propia idea de como era la navegación, dejando volar su imaginación hacia la magnífica época dorada de la historia portuguesa.

Se trata de una genial opción para los niños a los que les gusta la historia, pero sobre todo aquellas historias y eventos relacionados con el mar. El horario abierto al público es de 10 de la mañana a 17 en los meses que van de octubre a abril, y de una hora más en verano. El precio para los adultos es de 6,5 euros , mientras mayores de 65, estudiantes y jóvenes sólo pagarán 3,20 euros, mientras para los más pequeños será gratis si acuden a verlo. Además, existe una interesante oferta para el Día de Marina, el 20 de mayo, pues este día el museo será gratis para todos los públicos.

Parques y jardines

Como a todos los niños les gustan los jardines y parques, y les gusta jugar, también tendrán la posibilidad de hacerlo durante su visita a la capital portuguesa, mientras los adultos descansan un rato. De entre los parques y jardines principales, destacan el Jardim da Estrela, frente a la Basílica da Estrela grande y con una zona de columpios, además de un lago y un tranvía en miniatura y el Jardim Botto Machado, situado frente al Panteón Nacional que cuenta con palmeras y flores muy especiales, así como un bonito y tradicional quiosco.

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