El visitante de Lisboa, y más el que lo hace con niños no puede dejar de pasar por el Jardín Zoológico y de Aclimatación de Lisboa. Es uno de los mayores de Europa, con nada menos que 200 especies distintas de fauna y bastantes de plantas.
Los comienzos del zoo
El centro fue inaugurado en 1884 gracias al trabajo de un conjunto de científicos que logró granjearse el apoyo del rey Fernando II. Antiguamente se encontraba en otra localización, el Parque de São Sebastião da Pedreira, pero en 1905 se trasladó a la zona de Sete Rios, donde ahora se encuentra.
Dado que Portugal perdió sus últimas colonias no hace mucho (1974) y a que el país luso ha mantenido los vínculos con los diferentes países independientes que se desgajaron de él, en el zoo han podido instalarse animales poco comunes nativos de otros lugares del globo (especialmente, África y Brasil). Esta circunstancia convirtió al Jardín en un espacio que llamaba la atención de toda Europa y uno de los mayores en tamaño, con especies originarias de África y Brasil. Asimismo, el Jardín Zoológico fue el primero de la región aclimatado para observar científicamente a sus habitantes y para la conservación de variadas especies de animales, con el firme propósito de investigar y a la vez enseñar con eficacia a los visitantes.
Qué encontraremos
El zoo llevó a cabo una intensa renovación en los años 90, a fin de imponer la ecología sobre cualquier otro fin y asegurar el aprendizaje de quienes viniesen a verlo. En la actualidad se ocupa de conservar muchas especies en peligro y reintroducir algunas de ellas en su medio natural, gracias al Programa Europeo de Reproducción de Especies Amenazadas, como por ejemplo los tigres de la Senda de Asia.
En el zoo podemos encontrar muchas variedades de animales terrestres muy conocidos: lemures, tigres, jaguares, búfalos, focas, okapis, zebras, suricatos, osos… En el Bosque Encantado hallaremos multitud de aves que vuelan libremente y, en el Reptilario, serpientes, iguanas, cocodrilos, monstruos de Gila… Existen también una granja infantil, el Parque Arco-Iris y un tren (durante cuyo trayecto se explican muchas curiosidades del zoo) y un teleférico, que garantiza una panorámica privilegiada.
Actividades y servicios
Los sábados son “salvajes”. En ellos, los visitantes de todas las edades serán capaces, vigilados por un profesional del Jardín, de aprender cómo se debe uno ocupar de los animales, alimentarlos y conocer mejor cuáles son sus hábitos, para poder respetarlos. Incluso es posible alimentar a los lémures de Madagascar.
Por otra parte, nada más traspasar el acceso se encuentra Animax, un lugar pensado especialmente para las familias con hijos, con atracciones, comercios y establecimientos de hostelería para culminar allí la jornada. El zoo cuenta con muchos otros servicios: puesto de socorro, WC y vestuarios, “zoocoches” de alquiler, guardería, visitas guiadas, espacio pedagógico (hay numerosas actividades educativas para escolares), fuentes potables, cajeros, tiendas de fotos y de recuerdos, centro de apoyo al visitante, servicio de eventos y cumpleaños, cementerio de mascotas, teléfonos, museo para niños y cabinas telefónicas.
A diario existen presentaciones y actividades que dinamizan la vida del Jardín. Indicamos a continuación los horarios de invierno, que se alargan algo más en la temporada de verano. Entre las atracciones, la granja infantil y el Reptiliario abren a diario de 10:00 a 17:00 horas. El teleférico lo hace de 11:00 a 17:30 horas; no sale en días lluviosos o ventosos, los niños menores de 12 años deben viajar acompañados de un adulto y el trayecto dura 20 minutos. El tren del zoo, cuyo recorrido se alarga un cuarto de hora, funciona de miércoles a domingo de 10:40 a 12:40 horas y de 14:20 a 17:30 horas.
El espectáculo más popular es el de los delfines, que tiene un primer pase diario a las 11:00 (excepto los martes) y a las 15:00 horas, con una galería de acrobacias a lo largo de media hora. Los días despejados podremos observar 20 minutos a las aves en vuelo libe en el Bosque Encantado a las 12:15 y a las 16:30. Podemos contemplar también cómo alimentan a los leones marinos (a las 10:30 y a las 14:00) y a los pelícanos (a las 14:30). En verano hay una tercera sesión de los delfines a las 17:00) y una presentación de lagartos y serpientes a las 17:30.
Información de interés antes de la visita
El Jardín Zoológico de Lisboa se encuentra en la Praça Marechal Humberto Delgado, 1549-004, en Sete Ríos. Es un lugar muy bien valorado, con 4,6 estrellas de 5 en más de 260 reseñas de Google. Si necesitamos contactar con él, su teléfono es el +351 21 723 2900.
Para llegar tenemos tres opciones. En autobús: líneas 701, 716, 726, 731, 746, 754, 755, 758, 768 y 770 (parada de Sete-Rios). Tren: líneas de Sintra, Azambuja, Évora, Beja y Fertagus (estación de Sete-Rios). Metro: Jardim Zoológico (Línea azul Amadora Este-Santa Apolonia). También se puede acudir, por supuesto, en coche particular o bicicleta, que disponen de aparcamientos.
Este espacio abre todos los días de 10:00 a 20:00 horas (en verano, del 21 de marzo al 20 de septiembre) y de 10:00 18:00 horas (en invierno, del 21 de septiembre al 21 de marzo). El último pase se produce una hora y cuarto antes del cierre en invierno y tres cuartos de hora antes en verano. La entrada es un poco cara: los adultos deben abonar 19,5 euros; los grupos de 15 o más visitantes 17,5 euros; los mayores de 65 años, 15,5 euros y los niños entre 3 y 11 años; 14 euros; por debajo de esa edad, entrarán gratis. Da derecho a disfrutar de todas las atracciones, excepto el tren del zoo, para el que se compra la entrada en el mismo vehículo. Los portadores de una tarjeta turística (de transporte y cultura) Lisboa Card se benefician de un descuento del 15 %, con lo que la entrada se reduciría a 16, 58 euros, 14,88 euros, 13,18 euros y 11,9 euros respectivamente. La estancia en algunos hoteles también proporciona rebajas.
La entrada permite el regreso en el mismo día mediante un sello. Existe un área con bancos, mesas, sombra y servicios para el picnic, pero no consigna para dejar maletas. Está prohibido atravesar las verjas, pisar el césped, dañar cualquier planta, llevar mascotas, los patines y otros medios de transporte similares, el fútbol, usar radios, sacar fotos o vídeos con fines comerciales sin permiso y, por supuesto, alimentar a los animales. El zoo no se hace responsable de los accidentes derivados por el incumplimiento de las normas de seguridad y expulsará a quienes las infrinjan, reservándose acciones legales contra ellos.
Por otra parte, dispone de una completa página web, en portugués y en inglés, donde se informa de todas las actividades y noticias del centro: http://www.zoo.pt/site/index.php, además de canal de Youtube, blog y Twitter.