La Plaza del Comercio, también denominada como Terreiro do Paço, está situada en la parte baja de Lisboa, lo que se conoce como Baixa Pombalina. Mide aproximadamente 180 por 200 metros y es una de las plazas más grandes de Europa.

Varios acontecimientos importantes de la historia de Lisboa guardan relación con esta plaza. Además, la belleza de su arquitectura y lo peculiar de su trazado la convierten en un lugar muy especial de Lisboa.

Destrucción y construcción

En el año 1755 un gran terremoto destruyó el Palacio Real que estaba ubicado donde ahora se encuentra la Plaza del Comercio, en el antigio Terreiro do Paço. Tras estos hechos, la reconstrucción de esta parte de Lisboa se convirtió en parte esencial del Marqués de Pombal. Y es que el terremoto destruyó materiales de gran valor como los 70.000 libros y obras manuscritas que albergaba la biblioteca del Palacio Real, así como pinturas de grandes artistas como Rubens, Tiziano y Correggio.

Una decisión importante del Marqués de Pombal fue la de cumplir su deseo de que la nueva plaza habría de adoptar forma de “U”, es decir, debía tener uno de sus lados abiertos, concretamente hacia el río Tajo. Efectivamente, de los cuatro lados que componen la Plaza del Comercio, tres de ellos cuentan con construcciones que actualmente albergan ministerios y otros organismos gubernamentales.

El cuarto lado está abierto al estuario del Tajo, característica que hace que la belleza de la plaza no radique exclusivamente en su arquitectura. Esta zona de la plaza abierta al río era considerada como la puerta de Lisboa ya que a ella llegaban los barcos mercantes.

Plaza del comercio de Lisboa

Usos de la plaza

El nombre de la Plaza se debe, precisamente, a que los comerciantes de la zona pagaban un impuesto del 4% sobre las mercancías que importaban y así contribuían económicamente para que la reconstrucción pudiera ser llevada a cabo. Fue el arquitecto Eugénio dos Santos quien estuvo al frete de las obras, las cuales duraron más de un siglo.

Actualmente, cerca de la plaza se encuentra la estación fluvial Casi de Sodré, y de ella salen excursiones turísticas por el Tajo y barcos que cruzan el río. Además, si nos acercamos a las orillas del río, aún vemos la escalinata que emplearon siglos atrás los monarcas que desembarcaban en Lisboa. Es frecuente ver turistas que aprovechan que la plaza está abierta en uno de sus lados para tomarse un respiro tras visitar la ciudad y descansar su mirada hacia el Tajo y el horizonte.

En Lisboa hay una varios cafés literarios, entre ellos se encuentra el café Martinho da Arcada. Este histórico café, que en el pasado fue frecuentado por los intelectuales de la ciudad, está situado en la esquina noreste de la Plaza del Comercio. En su interior los lisboetas han podido encontrar a escritores como Pessoa o Saramago. En su estética dominan los famosos azulejos portugueses y en sus paredes no faltan las fotos de muchos de los literatos ilustres que han pasado por este café.

Hechos históricos fundamentales y curiosidades

En el año 1910 hubo una revolución crucial en la historia de Portugal, ya supuso el fin de la monarquía y la instauración de la Primera República Portuguesa. Tras estos hechos, los edificios de la plaza fueron pintados de rosa, el color de la república, sustituyendo al amarillo propio de la realeza. Actualmente sus edificios son de nuevo de color amarillo.

En el año 1974 hubo otra revolución: la Revolución de los Claveles. En este caso, la Plaza del Comercio sí fue escenario de unos acontecimientos históricos que pusieron fin a la dictadura de Salazar.

Durante muchos años la plaza ha sido utilizada como aparcamiento y hoy en día se utiliza para eventos culturales y espectáculos. Un ejemplo es la fiesta de Nochevieja, en la cual los lisboetas celebran la llegada del año nuevo tras realizar la cuenta atrás acompañados de un enorme reloj.

Estatua de la plaza del comercio de Lisboa

Elementos fundamentales

Arco de la Rua Augusta

Si algo destaca en la Plaza del Comercio es su imponente arco triunfal, terminado de construir en 1873. Fue diseñado por Santos de Carvalho para festejar la reconstrucción de la ciudad tras el seísmo. Por este arco accedemos a la plaza desde la calle más importante de la Baixa Pombalina: la Rua Augusta. En este arco vemos estatuas en los cuales están representados algunos personajes importantes de Lisboa como Vasco de Gama o el Marqués de Pombal. Y en la parte superior se halla esculpida una frase en latín, una auténtica declaración de principios: “Que las virtudes de los más grandes sean una enseñanza para todos”.

Estatua Ecuestre de José I

Una vez en la plaza, en la zona central, vemos la estatua ecuestre de José I, que era el monarca reinante cuando el terremoto sacudió la ciudad. Fue esculpida en bronce en 1775 por Machado de Castro, destacado escultor portugués del siglo XVIII y cuya influencia se extendió por Europa durante el siglo XIX y principios del XX.

Mirador del Arco de la Rua Augusta

El mirador del Arco de la Rua Augusta

Está situado en lo alto del arco triunfal y fue inaugurado muy recientemente, en 2013. Desde este mirador se puede contemplar tanto la Plaza del Comercio como el centro de Lisboa, la Catedral da Sé y el Castillo de San Jorge. Al estar a cierta altura sobre la plaza, las vistas mirando hacia el río Tajo se vuelven más panorámicas.

Está abierto desde las 9:00 de la mañana hasta las 19:00 de la tarde. Su precio no es muy excesivo: 2,50 euros.

Junto al mirador hay una sala que cuenta con una exposición sobre el propio Arco de la Rua Augusta.

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